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los países satélite, taxistas y administradores d© restaurantes desarrollan sus actividades en I forma casi tan ln= dependiente 9omo lo harían en Oc° cidente, y los agricultores privado© proveen! el 40 % de los alimentos. China tiene miles de mercados libres qué venden desde productos d© granja hasta motocicletas de segunda mano. Y el 80 7o de los restaurantes abiertos en Sos últimos nueve años son privados.
Con este i®lón de fondo, la desaprobacióo doctrinaria de Castro dei exceso de riqueza Individuar parecp casi anticuada. El hasta suspendió el i}ago de derechos de |utor y bonificaciones por producciónp osadas durante años por su gobierno para promover ia productividad. "Nadie nace revolucionario", dijo a un Congreso del Partido Comunista. "Debemos cultivar ©I sentido de la
' vergüenzadel. .hombr©. .Debemos cultivar el honor, la dignidad y las mejores cualidades dei hombre". La nueva determinación de Castro de irí-cujear a su pueblo "una conciencia Comuniaía" representa un cambio im" portante de ia política económica, que va más allá de la cancelación repentina de las iniciativas de libr® empresa que permitió desde 1980.
El mes pasado, con Cuba atravesando uña de las peores crisis económicas de su historia Socialista, Castro inició un amplio programa de austeridad qu© continuará por muchos meses. Para contrarrestar una brusca baja en los ingresos del gobierno, ordenó una amplia gama de recortes presupuestarios a fin de reducir los gastos estatales, incluyendo a reducciones asignaciones personales leche, carne vacuna, cerveza y teiaa para ropa, menos horas de tran-
smisión para los dos canales
islón, un aymentó
pasaje m urbanos a 10 centavos.
austeridad no con una versión Revolución - Cultural de. .Mao'Z®dong, .dijo.. Castro., paro ■;■ agregó .que igyaiment® ■ significaba un., cambio profundo en la vida Cubana, inculcando no sol© disciplina y una mayor moralidad, sino también la tolerada del tipo de apuros característicos de los primeros años del régimen.
El le .brinda ahora casi todas- sus ©nergías, dejando d© lado su anterior
la ©normo deuda de y su exitosa campaña para presentarse como v®teráho hombre de estado' y paladín. de la unidad, regional.
Dipíomáticos y expertos Occidentales dicen que Castro parece estar haciendo regresar a- ios Cubanos- al
en vez
de especialistas formulaban la política económica. "En aquellos tiempos", dijo un funcionario Cubano de nivel in-
en los incentivos morales. No había
I. El Che ian suficiente conciencia como para trabajar, y trabajar duro, sin la amenaza de sanciones. Trató, de demostrar que ©.I dinero no ©ra importante". Sin embargo, a comienzos de la década del Setenta Castro tuvo que ©amblar en favor de/una-política 'más ortodoxa;-.al estilo .Soviético, .para ©i logro de sus metas y objetivos económicos, luego de resultar humillado en 1970 al no alcanzarse la
osechar 10 azúcar. S® introdujeron incentivos materiales para loa trabajadores y, ©ven-tualmente, también se permitió la labor privada de una vaíi<
En 1980, el éxodo de Mariel y él
descontsríto que reveló impulsaron a Castro a permitir la apertura de los mercados de agricultores. Unos 125.000 Cubanos huyeron hacia Florida cuando él levantó brevemente la prohibición de abandonar la isla, y funcionarios de su gobierno dicen qu© ©tros 500.000 más se hubieran ido si ©! Presidente Jimmy Cárter no hubiera lerminado la f©cepción dé esa ola de
A pesar de las enfáticas expresiones ideológicas usadas ahora por Castro para Justificar el cierre de los mercados y la cancelación de la propiedad privada de la vivienda, hay importantes reveses económicos tras estos cambios. El más crucial es la drástica caída del precio del petróleo ®n ios últimos 18 meses. En 1986, y por primera vez en la historia de la isla, ia reventa de petróleo recibido d@ los Soviéticos se convirtió en su principal fuente de divisas, desplazando al azúcar.
Asimismo, la devaluación del dólar Estadounidense redujo el poder d© compra de Cuba, que debe usarlo para adquirir bienes en Canadá, Japón y Europa Occidental por el bloqueo económico de Washington. Y aún la compra de azúcar por la URSS, a 10 veces su precio en el mercado mundial, se vio afectada el año anterior por ia sequía y daños causados por huracanes. Cuba debió importar azúcar de la República Dominicana para poder cubrir su cuota Soviética. Castro propone ahora reducir a la mitad las importaciones de productos Occidentales, que totalizaron 1,2 billón de dólares en 1986, demandando que sólo se adquieran piezas de repuesto @ ingredientes para la manufactura. La crisis económica Cubana "vuelve a la rectificación de errores y tendencias negativas" -que és como describe a la ineficiencia rampante, la corrupción y el enriquecimiento personal- "no sólo una obligación moral y
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