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Ano VIH No« 8 JUEVES 27 DE ENERO DE 1977 25^
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PAGINA-7
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Olécxliicto, l>escubren^^ q no
CHIRIYACO, Perú, (AP~DOW JONES).- Si dye usted a los trabaiadores, la construcción del oleoducto de Alaska en la tundra antartica fue un ¡uego de ñiños, comparados con la del de 850 kilómetros de extensión en la parte se>tentrlonaI de Perú.
i En el bienio pasado, los trabaia^ dores tendieron la tubería de acero a Ijravés de 300 kilómetros de pantanos én el Amazonas, y se enfrentaron con horribles serpientes, bichos, insectos y todas las dificultades Inherentes de la selva.
V Después, los constructores del oleoducto subieron a tas montañas en medio de lluvias torrenciales, a atturas que en ocasiones llegaban a 2 mil 400 metr^os sobre el nivel del mar. Final-merjfe cruzaron lo que se dice es ©I desierto más seco del mundo, para llegar al puerto Bayovar, del Pacifico.
Charles Craig, un veterano en estos menesteres, dice que tiende tubería prácticamente desde hace 40 años.
Everett G. MARTÍW (C) "The Waí8 Street Jo urna 8" Exclusivo
pero nunca ha visto nada que se corri-pare con esto.
Ahora sólo faltan la^ pruebas finales, para que el oleoducto transporte 200 mil barriles diarlos de petróleo dentro de 2 meses.
Pero ¡ Dios mío! se presenta un
problema inesperado. Se ha decubierto
tan poco petrléo en la selva, que por el
momento es innecesario el uso del
.oleoducto. -
Como si esto ño fuese suficiente, los
función arios peruanos vieron con horror que los costos de construcción se triplicaron, para llegar a 670 millones de dólares.
PetroPerú, ja firma estatal, esperaba que se descubriera suficiente petróleo para operar el oleoducto. Pero 29 compañías, la mayor parte norteamericanas, han gastado 530 m i-llones de dólares para perforar 70 pozos en la selva, con pocos resultados. Ya no quieren "meter dinero bueno al malo".
ECUADOR ENCÜEWTRA PETRÓLEO
La búsqueda de petróleo comenzó en Wl, después que el rival de Perú, Ecuador, encontró cantidades substanciales alnorte de su frontera común. Este pais dijo que habla descubierto petróleo en 3 pozos perforados, y ofreció a grupos internacionales la mitad del que pudiesen localizar en futuras exploraciones.
Estas compañías contrataron a centenares de peruanos, para abrir caminos y derribar árboles de 60 metros de alti^ra, que frecuentemente se encontraban a un metro de distancia uno de otro.
Los equipos de exploración traba iaron en una área muy grande, y encontraron formaciones geológicas que podrían contener petróleo én bastantes
zonas. Se habló mucho de que en la parte amazónica de Perú podría haber
hasta 10 mil millones de barriles.
El único problema que previo entonces el gobierno peruano fue el de sacar ese petróleo haciajla civilización, de la selva, donde nun^a se habla cons\ fruido un camino decente. Una posibilidad era embarcarlo por el rio Amazona hasta Brasil en ^04^oceáno Atlántico, para ser exportado. Pero hay cierta desconfianza hacia los brasileños, y se dice que Perú envió fuerzas aéreas y navales a la cuenca del Amazonas, por si Brasil demostraba un interés especial por el petróleo recién descubierto. Un oleoducto a través de los Andes a ta parte poblada de Perú fue la única respuesta que se le ocurrió al gobierno.
PLANES EN GRANDE
PetroPerú decidió entonces que tendría que ser un gran oleoducto, de 60 y 90 centímetros de ancho, capaz de transportar 200 mil barriles diarios. Se calculó que el costo llegarla a 230
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1 BUENOS AIRES, (EFE)i— La desocupación laboral en las i zonas urbanas argentinas subió al 9,4 por ciento en 1976, de acuerdo a cálculos preliminares elaborados en esferas del Ministerio de Economía
Las cifras sobre cesantía del Instituto Nacional de Estadística y Censo de jaron de difundirse desde octubre en 1975, en que la crisis económica comenzó a inerenientar la mano de obra cesante o semi-cesante
^ ^ í^as propias fuentes autoras de la primera evStimación del 9.4 de de-
socupación en 1976 precisaron que la tasa puede aumentar con el procesamiento de tóos nías pormenorizados procedentes de empresas que reduj eroñ horas de trabajo a su personal
En ios ültimos meses muchas compañías de los más diversos sectores industriales suprimieron horas de trabajo teiBporal o regularmente e incluso firmas me-dianas y pequeñas toman empleados exclusivamente para cun> plimentar pedidos esfX)rádicós para luego volver a la inactividad.
El desempleo en 1976 fue aconv
panado paralelamente con la caída del Producto Interno Bruto, que descendió en 4 por ciento, contra el 2 por ciento de 1975.
La desocupación urbana —según las fuentes— en 1975 fue del 6 por ciento, por lo que el incremento del desempleo en 1976 fue más de un 50 por ciento superior.
La recesión económica general fue marcackmente notoria en el sector industrial, donde la retracción productiva a raíz del descendente mercado interno por la caída del salario real fue el factor principal la baja ocupacional en 1976.
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ALFONSO LÓPEZ MIGHÉLSÉ^, PRESIDENTE DE COLOMBIA, HA EDITADO UN LIBRÓ SOBRE LA GONQÜISTA-'ESPANÓLA ( VER PAGÍNA^^^^^^^ ) . —
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