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¡í)or las provincias con el ral^ de tomar parte en el eral anti-inflación, los que ¡yantat el control de sala-cerló desde entonces.
ical Canadian Lábour Cón-jue'representa a 2,3 millones iniciado una campana pa-a.los gobiernos provincia-iri^tíreh del plan anti^-infla-do el control al aumento de C declaro su intenci^ de la compana el viernes 28 cionesj de su presidente y un documento presentado de los medios de comunica-
uestra remisa a aceptar que salarios y precios está mu-»mia*', dice el documento Labóur Congress, **quizás estén más dispuestas a oir
lí^; **Sindicaüstas de todo el [an para convencer a las pro-le [deberían rehusarse a reno-I sobre cotitrtílXd^salairios^ .J^m^^M^o&stos ex-dé^lMarzo*'; declard Joseph
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tes sindicales concentrarán discusiones con "miembros ¿Parlamento en stis propios }rales, y ...miembros de provinciales así como con fivel municft)al*'. situación económica general ipeorado, especialmente para :és por lo que decisi&i los gobiernos provinciales de programa de controles es pais ha de evitar deslizarse ú(xí*% explica el documento
á quien viene afectándolos aciones que el gobierno fede-provinciales, han realizado sociales, servicios de salud, |el trabajador, quien se ha ;nte perjudicado porque el ^ios acentuó las disparida* de desarrollo eccmómico. ibién han de tener lugar íiones entre representantes gabinete federal en Ottawa, I que los sindicalistas han de |lnsistir en que Trudeau re->1 de sálateos lo antes po-
^nto ya han tenido lugar va-en las que el New Demo* requerido de los Libera-\eí6a del programa de con-resultado. Los Ccmser'' pu parte, se encuentran en la de ccHivenirles abogar por )S ccmtroles para conseguir los trabajadores, ai mismo hallar un justificativo vá-radecir Una medida que de su precio programa elec-duda, ¿stente. Joe Clark, [ador, ha tomado un^ Ifiíea fgaf por una' *revisiái'' de los no necesariamente su pron-Es que de los poderosos Canadiense y representan-^las multinacionales Estarían sido los verdaderos fa-. el,control de salarios: pa-feua* o mayor trabajo, de,inyertíjTlas ganancias
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El PoíJular, Ums 31 de Enero* 1977
EL RACISMO COMO EFECTO"DE LA IGNORANCIA, ■' , HISTORIA DE UNA LLAMADA POR tELEFONO,
Es indudable que uno de los más grandes dones con los que la democracia cuenta es la libertad dé expresión. Esta libertad como todas íás libertade& ha dado margen para que ella misma sea vilipen^ terpret^ada a extremos inauditos y utilizada en detrimento de aquellos que sé encuentran en desventaja de opi-nión o simplemente no cuentan con el suficiente respaldo para ejercer su libertad de expresión dentro de la democracia. Esto no implica decididamente que la democracia no tenga sus buenas intenciones. Sucede que hay^ unas guantas minorías ideológicas, obviamente poco inteligentes, que argumentando bajo el escudo de la libertad ¡de expresión, envüéeen el motivo iniciíil de este principio y distribuyen a través de diferentes; m edios de comunicación teorías discriminatoriaís e irracionalesa Tal es el caso de un grupillo racista con una turbia men-^ talidad medieval que se autodenomina *-La Guardia peci" dental*'|, dando a entender con la palabra occidental" el mundo occidental tal como era concebido hace siglos, es de^ir, Europa y el resto de regiones donde habita gente de raza blanca. Aquí es dónde sé origina el problema» Este mintísculo nido de viborülas pretende la * creación de una sociedad donde no existan perdonas de piel oscura, porque las consideran inferiores y además son elmotivo de que la sociedad canadiense en este instante esto atravesando por una época mala y s« de mal en peor hasta que no se encuentre problema^ erradicar de este continente todos ^ aquellos venidos del tercer mundo, África, América Latina^ Asia, etc., parece ser lo que tienen en mente„ Estas pretensio-^ nes desmesuradas demuestran su grado de ignorancia. La cuestión acerca de la libertad de expresión viene ál caso porque la Guardia Occidental distribuye literatura que instiga discriminación racial y ofrece algo llamado .mensaje de odio en una grabación qué responde a una libada por teléfono. El teléfono 16 conseguí por casualidad a i través de un programa de televisión en el que uno de los propulsores de esta ideolc^ia racista era entrevistado. Uno marca el numero y del otro lado de la línea \mk voz comienza a recitar el mensaje en el cual sé pueden escuchar las más estdpidas teorías con las cuales se trata de iluminar a la opinión jwblica acerca de los males que trae consigo el iitílujov desmesurado de grantes de piel oscura a este pais.
Comienza diciendo el '^mensaje-' que un prograns^a qué a-pareció a principios de mes en la NBG Televisión, ha abierto a la opinión pública toda^^^^u^^ serie de hechos concernientes al racismo en Toronto, que han sido ocul-\tados por la prensa y los medios de comunicación en Toronto. El programa en mención fue meramente sensacio-nalista é indudablemente su intención es cuestionable. También hacen mención acerca de lapoiftica de inmigración que el Canadá ha practicado al dejar entrar tantos nuevjos inm igrantes y acusa a la vasta ola inmigratoria de no blancos como responsables del incremento de asaltos, crfinenes, violaciones y el aumento del uso de drogas den-trp de esta sociedad. Citando fuentes informativas fidedignas da a conocer qué el asalto de que fueron objeto dos' ciudadanos de origen hindú el 31 de diciembre en el tren subterráneo, no fue de orientación racista si^^^ se trataba de un negocio sucio y que los vendedores de drogasi de piel oscura, por supuesto, estabaii cobrando el 37 11/2% de más sobre el precio ai cual se vende la droga Oío dicen cual) en eí mercado callejero. El partido de la Guardia Occidental (Western Guard Par-ty)i se declara a sí mismp como la única alternativa a la política con que se dirige este país y se preguntan si la polñic^ inmigratoria, tal como ha ¿ido hasta ahora es saña, y atacan los planes con que el gobierno trata de integrar las comunidades étnicasV tales cómo la política de multieulturalismo y la declaración de los derechos hu-, manos entre otros e
También ' acusan a la prensa y los medios de comunicación de Toronto de cubrir con falsa información lo que respecta a problemas de origen enteramente racial en la ciudad.
Nada escapa a la furia de estos nuevos portadores de la llama de la purificación racial. Lanzan sus impropeTios que se 'pierden en el viento diciendo qué nuevas leyes se siguen creando en Canadá y Estados Unidos por las cuales se permite elroce, la combmación, unión o matrimo" nio entre miembros de diferentes razase Ésto según ellos es inaudito, no puede ser posibléi Claman al ciefc^^E es contra la ley de Dios. En medio del mensaje y^ menor asomo de" vergüenza dicen simplemente * -Dios es racista' y aduce que el 7mo. mandamiento dice que no debe haber '^mezclas raciálés'\ Otío de lols apart^^ ''mensaje*' expresa que el 11 de &ero de 1976 marca exactamente el fin de un ciclo de 100 anos que^^^^v réceir a este pais bajo el mando inteligente y capaz de gente de origen blancoo Que desafortunadam esté ci-
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SI Editor Toronto Star lYongeSt. ^ Toronto, Ontario
Estimado Señor:
El - propósito de esta;, cartano■ es continuar con el.polémico debate sobre la autenticidad de la entrevista de MrSo Murialdo por Mr. Joe Serge, publicada en su/*Me-tro Mosaic' el pasado 13 de Diciembre bajo el tjftulo * 70.000 Latin Americans Make Toronto Home", pero sí establecer ciertos hechos en esté controyersial artículo. La-^^imagen dejada en sus lectores acerca de la diferencia de valores entre las comunidades latinoamericanas en esta hermosa metrópolis, es absolutamente errónea. Los Latinoamericanos están unidos por los mismos lazos culturales, polfiicos o económicos, sin ^importar los di-ferentds niveles alcanzados en los diferentes pauses. Son medidos por las mismas reglas que tienen que^ cumplir todos los inmigrantes, las cuales están basadas en educación y entrenamiento, valores personales y oficio ocupacionaL
Nosotros, Inmigrantes latinoamericanos, estamos muy a-gradecidos al gobierno Canadiense por hacernos accesibles toda clase de servicios, los cuales han hecho posible nuestra integración con esa forma de vida la cual caracteriza a Canadá y a ios Canadienses. Én nuestra comunidad, un buen porcentaje ha recibido la ciudadanía Canadiense como un tributo a este gran imis que ha abierto sus puertas, ofrecido su hospitalidad, e Invitado a nosotros a participar en su desarrollo y grandeza. Por lo tanto, una persona como Mrs. Murialdo, quien ha dejado a la comunidad Latinoamericana en el limite de una confrontación con sus declaraciones, no está capacitada para encabezar departamentos encargados del consejo y del tratam iento de las neces idades de los inm i-grahtes menos favorecidos. Sus declaraciones no pudieron haber sido tan malinterpretadas por Mr. Serge y cualquier acusación que ella haga a este reportero nunca cambiará los sentim lentos de aquellas personas a quien ha herido profundamente. .l>B^M,.:atte.,.;:
ALBERTO RÁNGEL-. JUAN E„ RÍOS-4ORGE TORRES GOLOMBIAN CULTURAL ÁSSOCIATION 3180 lOrwin AvOo #18rC -Mississaugá, Ontario» 27S-3040 - 239-9289 - 223-1929
La carta publicada más arriba es la traducción a la misiva enviada por la Asociación Cultural Colombiana al Editor del periódico The Toronto Star, el 19 de Enero de 1977* Además de El Popular, las siguientesí^r-sónas e instituciones iian recibido copias d carta: Gloria Montero-Centro para Gente de Habla Hispana. Margarita Mantilla de Caldas-Cónsul de Colombia,Toronto. Santiago Salazar Santos-Embajador de Colombia,Ottawa. WiHiam A„Dima-Presidéñte del Toronto Star. Bud Cülléh-Ministro de Manpower & Inmigración,Ottawa. William Dayis-Premier dé Ontario. David Crombie - Alcaide de Toronto, Sr„Ministro de Relaciones Exteriores, Bogotá, Colombia.
}é Suplemento Literofío de TIMES sobre lo obrd
''E! GasojCrossman"
cío habfe llegado a su pn y que con el advenimiento de no-blancos, esite pafe irá a parar practicamente en el caos y el desastre. * 'El gran espíritu con que fue creado este pais con inmigrantes de origen europeo, ha sido erosionado por insanas leyes inmigratorias' ¿Si Diois creó al hombre blanco, es porque su deseo era de crear un hombre blanco y el hombre no tiene poder para cambiar los deseos de Dios, de la misma manera que existen rosas, rojas' y no grises
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Eíi argumentó de "Eí Caso Crossman" de Hugo Yóung es bien conocido. Habla de la forma en que Richard Cros-sman llego a colocarse en el gobierno gracias a su doble visión de reformador y critico decidido a iluminar **los secretos oscuros de la política" aún cuando ello implicara recalcar las faltas de los demás incluyendo a las suyas; cómo después de su muerte, los habitantes dé esos lugares secretos fracasaron en su intento de pararlo y cómo éstos lograron hacer ley el que los negocios públicos los manejan mejor en priva-
Con estos y muchos otros argumentos de oscuro origen tratan estos purificadores de la raza de esparcir su mensaje. Cabe preguntarse si en realidad este tipo de libertad de expresión está cumpliendo su cometido o si simplemente está siendo usado de la manera más absurda por un grupo minoritario de racistas ignorantes eh pro de una causa que no tiene ninguna validez ideológica.
Con qué fin? Tal vez para muchas personas este tipo de libertad de exprés ion'- no va a influir en nada su pos i-ciái frente a determinada situación y por él contrario va a pensar que se está cometiendo un abuso contra la libertad y contra la expresión„ Pero por otro lado pueden existir individuos que en algún momento van a sentirse influenciados por esta manera de pensar (racismo, etc.) y estarán méntalmene propiciando una situación que tiende a crecer día a día en un medio tan volátil como el nuestro.
Como dato final debo anotar que mi primera impresión al -mensaje" fue de sorpresa, luego me hizo pensar que la ignorancia es una enfermedad que me produce compasión por aquellos qué la sufren y por ultimo tomó el pa-pelito donde tenia apuntado el teléfono del **ménsaje" y lo tiré entre la nieve* Espero que nadie lo encuentre.
Los diarios deCrossman no están a discusión. El principio debatido es d de si el gobierno inglés ha ganado o perdido con su hábito (más importantes que las leyes Que refuerzan el hábito) de no dejar que el público se entrometa en sus decisiones mientras están en etapa de formación, cuando la influencia áé fueri^ y el sentido co-
mún llano a veces pueden apoyarlos inteligentemen-te.
Nadie Que no haya experimentado los hábitos de otros países además del suyo, podra imaginar lo peculiar que son los de Gran Bretaña. Uno de los. dirigentes financieros más importantes me confió ima vesg que no le preocuparía que yo publicara lo que habia sabido de él, mientras yo no dijera de quién lo había sabido.
Sus Megas tanto en Washington como en él Continente, aprovechan las opiniones anónimas para probar sus políticas antes de convertirlas en formales. Saben que una vez formalizadas vuelven a ser tomadas en serio.
Pero esto no funciona asi en ¥í servicio civil bri-tánico y más de uno "de sus 3efes,vque a trayés;4^ secreto parecen ha be r asumido la prerrogativa de Baldwin descrita utiaí vez como "primer sin responsabilidad".
Este estado de cosas parece que va a continuar. La impresión dominante dejada por este método es una marca de esterilidad en el debate, tanto dentro como fuera de la corte. Virtualmente no hay ningún intento de referirse al principio del gobierno abierto propuesto por el "Sunday Times" en los diarios.
El Procurador General evitó deliberadamente el basar su caso en la Ley de los Secretos Oficiales, á menos que esté enjuiciando a miembros de su propio gobierno ya sean vivos o muertos.
Young revela que la ley era temida en primer lugar por los abogados del
Crpssman
periódico; dio a entender el hecho de que el director Harold Evans, previo la base legal del caso, del gobierno en la "confidencialidad" antes de que llegaran iois primeros escritos.
Durante todo el proceso, narrado durante todo, el libro por Young, en la mejor' tradición de los famosos dramas de juzgado, no hubo oportunidad de discutir la validez de la idea del secreto. En los estrechos términos de referencia permitidos por la ley, la privacía parece ser un valor absoluto, aunque la parte acuisádora y la defensa difieren en cuanto a su aplicación.
En visión retrospectiva el resultado parece pér-^
fectamente p re vi s i ble:
que las cortes deberian
consagrar el cómodo hábito deí secreto en una común restringida.
En, la profesión nadie parece haHárri-díciilo el hecho de que el precedente para forzar la confidencialidad del gobierno debía residir en caso |en qué involucran una ser^e de grabados de la Reina Victoria y una plática de almohada de la duquesa de Argyll.
En realidad hay cierta rudeza de justicia aquí: lá prensa seria inglesa está siendo castigada todiavía por haber tí^erado-ménós esfuerzos dé| altura en la revdación de parte de la prensa d^ impermeable.
La gente honorable no está interesada —^se mpo-ne— en la vida privada de los hombres públicos. Pero el revelar detalles de las actividades de personajes públicos ya en interés del pueblo ya que el carácter eis indivisible. Allí reside la ventaja de los diarios, Yóung aporta dos viñeljas significativas en una introducción que describe los diféí^éndos légales. mo hombre de confianza de Crossman, Mi cha el Foot quiso tratar de publicar y luego ser condenado en un juzgado; ca-racterístícamente podr haber ganado lá batalla ^dei martirio respecto a los principios pero do la guerra de la > cacióno/: ' ' :
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