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EIMIR
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Popular, Viernes 13 de Enero de 1978
Los avisos publicitarios, fotografías y artículos producidos por este perrodicoj son de, su exclusiva propiedad, y su reprc^ucción' total o parcial queda prohibida. EL POPULAH es el vocero de la expresión latinoamericana y tribuna libre del pensamiento. Mantiene en alto el concepto de la libertad de prensa» Y en aras de^l respeto a la opinión de sus colaboradores, acepta sus artículos, aunque esto no signifique en muchos casos que tenga que solidarizarse con ellos.
I Frente al
í*pse a la campana de Multiculturaiismo, pese a las buenas intenciones de muchos canadienses, tese a las repentinas erupciones dei apreciación hacia los "étnicos'* por parte 4eJ gobierno eil tiempo de elecciones, el ra-^ cismo continúa floreciendo en el pais. La' realidad que el sistema económico cana-diense necesita de gente para cubrir tantos puestop especializados como aquellos, que por su baja remuneración y status, los canadienses no quieren ociííar. ^
Esto crea un flujo de inmigrantes que provienen: de ^afses menos desarrollados que Canadá y cuyo extranjerismo es generalmente enfátizado por un color de piel distin» to. desafortunadamente para los racistas, los inmigrantes vienen con el deseo, y, en mu» chos casos, la necesidad imperiosa de progresar económicamente para ayudar a la fa-m üia que ha quedado en el país de origen. Esto motiva un-progreso más rápido para los inmigrantes y sus hijos que el de los cánadien" ses en Comparable situación económica.
Dé ahf las acusaciones contradictorias de qué los inmigrantes son vagos y vienen a Canadá a vivir de los pagos de bienestar social, y^a lá vez, de que trabajan muy duro y ; sólo piensan en ahorrar.
Para bien o para m ai, la com unidad Latinoamericana en Toronto se ha dispersado en la ciudad, de manera que, a diferencia de los chinosi, por ejemplo, no forma un núcleo extranjero visible, aunque las cifras estima-tiyas de Residentes chinos y latinoamericanos se^ casi idénticas.
Si bien, la visibilidad de la comunidad china la vuelve más vulnerable, también le brinda a siís miembros la ventaja de saber que no están aislados y que sus problem as son sim i-lares, fn lo que hace al futuro de los jóvenes chinoíf, la actitud de trabajar duro tanto en in empleo como en la educación parece rendir
amplios frutos s yaque su presencia es pro° porcionalmente numerosa tanto en la Universidad de Toronto como en ios colegios de la comunidad (community coIlegesX Ello a pesar de que hablan en chino cotidianamente o
Aunque la notoriedad de su presencia en Toronto les está costando **brom as''racistas, no se han registrado en los últimos anos incidentes de violencia racial con víctimas " chinas. A los inmigrantes de la India y Pakistán, en cambio, el racismo les produjo ya varios heridos y daños a la propiedad, además de la incertidumbre y la angustia de saberse blancos predilectos de los racistas.
Tanto indios como pakistaníes tienden a dispersarse en la ciudad, sin formar-barrios (o ghettos) a la manera china^ Y, por lo tanto, son más vulnerables a los ataques motivados en el odio racial. Su actitud pacifica y tolerante parece, también, servir de incentivo a los racistas, quienes confían en que no enfrentarán resistencia de parte de sus víctimas. Por comparación, a los inmigrantes negros del Caribe, aunque dispersos en To-r^onto, parece protegerlos su conocida actitud personal de no temer la polém ica ni la Violencia. La cobardía de los racistas hace, en este caso, que su odio tenga que canalizarse en forma de discriminación más o menos sutil.
La sñitesis de las experiencias de las co-munidades china, del sud as iático y negra parece ser que para sobrevivir con cierta dignidad, un inmigrante de raza distinta a la blanca debe agruparse con sus compatriotas en barrios propios, si su naturaleza repudia la violencia, o adoptar una actitud orgullosa y desafiante, si puede manejarse con ella.¡ •De otra manera, en la Toronto blanca, anglo sajona y protestante lo esperan la humilla ción y el temor.
economía
^ Por: José Gomero
; Se ha vepido hablando mucho, últimamente pe la situación económ ica canadiense, mucho y ¿on poco fundamento. Artículo tras artículo han bombardeado los periódicos y revistas ca=
'ienses con exagerados e injustificados titulares y comentarios, acerca del *^eaos económico- que atraves a este país. La Inflación, el desenlipleo, inestabilidad económ ica, falta de rconfianza de los medios inversores, etCo, haíi sido temas que han venido siendo tratados con una ligereza asombrosa, gran exageración y falta de justicia para la situación económica canadiense»
Tal ha '¿ido y sigue siendo, la afluencia de tales artículos, que asemeja a una campaña destinada a crear una real crisis económica. La aparición masiva de tales artículos en la prensa ¡canadiense, contribuyen, engra-do sumo, a la creación de una atmósfera de desconfianza y confusión en la concienciapo^ pular, con las implicaciones que ello acarrea. Guando uno lee constantemente que> el desem -pleo alcanza figuras alarmantes, el capital inversor es escaso y busca, por tanto, otras economías más productivas, el coste de vida es escalante, o la inflación corre los cimien-típs de naesüa economía, uno vien<í a pensar fácilmente que nuestro sistema económico está mási que tambaleándose, está a punto de caer^Oo
, pero, es real esta siíuación?. Es verdadero ese estado de nuesjxa economía? j En mi opinión, la respuesta es rotundas-mente negativa.
Pero puede llegar a ser afirmativa, si ha° cemos caso a esos artículos y a comentarios de \alg'iuios políticos^ y nos dejamos arrastrar en .la ficticiamente creada sicosis de derrum -bamp^ento y caos económicoo
Mi ánimo ai escribir este artículo, no es el de defender a un partido político u otro, ni al partido poli^ico actualmente en el poder, sino de tratar de esclarecer ciertos puntos, erróneamente tratados, y que contribuyen a crear un ambiente de confusión que, en justicia, este país no merece para su bien. Que existe inflación en este país, es un hecho indudable y que no hay que discutir. Pero, es esa inflación tan alta como para pensar que está corroyendo los cimientos de núes* tra economía? Está el porcentaje de inflación tan alto, como para pensar que está fuera de control y representa talpeligro? ,
Desde un punto de vista económico no creo que llegue a tal grado. Si fuera así, qué ha-^ bría pasado en los países en los que el grado de inflación triplica© cuadruplica elnuestro?, si nombrar casos extremos.
Indudablemente, sería mucho másdeseable el reducirla el máximo posible, pero no creo que el mejor medio para hacerlo sea a través de una critica destructiva. Creo que seriamás adecuado aunar los esfuerzos de todos y tratar de despejar esa sicosis de peligro, que tanto daño está haciendo, y contribuir a restaurar el clirña de confianza necesario a todo desarrollo económico.
Otro de los llamados grandes peligros de nuestra economía es él desempleo. Sin duda alguna, es un problema de consideración y al que hay que dar toda la importancia que merece. Pero no seria tan alto si todos con^ tribuyéramos como único responsable, cuando gran parte de la culpa es nuestra.
Cómo puede haber un número de parados tan grande, cuando se ven todos los dias cientos de anuncios en los periódicos ofre-ciendo trabw? Esto es sin duda, un confa-a--
sentido. Y no estoy de acuerdo con los que dicen que no hay trabajo. Lo hay» Si uno quiere buscarlo, Pero hay que ser flexible, y si no encuentra trabajo en la profesión que uno ejerce, no pbr eso hay que sentarse tranquilamente y esperar el cheque de desempleo. Esto no hace más que empeorar la situación. Si una persona tiene un trabajo X, y queda en situación de desempleo, debe buscar trabajo, primeramente, en su profesión, pero si en ese momento no hay vacantes en ella, esa persona bien puede aceptar un trabajo en un campo laboral diferente. Un trabajo, el que sea, siempre es una contribución productiva a la economía personal y nacional; pero no lo es el acogerse al seguro de desempleo»
El pasado verano hubo una gran escasez de mano de obra en el campo, concretamen-4e en la recolección de cosechas, mientras al mismo tiempo las cifras de desempleo continuaban creciendo¿ Algo no funciona bien en nuestro sistema. Qué ocurre con la conciencia ciudadana? Creo que esto es un problema sociológico y educativo en este país» Grandes sectores de la población se consideran en situación de desempleo, cuando pierden su trabajo y no encuentran otro en el mismo sector laboral» Pero eso no significa estar desempleado. Esto último quiere decir no encontrar trabajo para el que se está razonablemente cualificado, lo cual es muy diferente.
He considerado, hasta ahora, dos de los graves peligros que amenazan nuestra economía* Analicemos ciertos hechos.
La balanza internacional de pagos de Canadá, que mide todos los bienes y servicios que entran y salen del país, muestran un déficit de más de cuatro billones de dólares al añoo Esto indica claramente, que los habitantes de este pais vivimos más allá de nuestras posibilidades.
Por otra parte, el producto nacional bruto, que mide todos ios bienes que el país pro» duce, ha regktrado una baja bastante cercana al 1%.
El gobierno federal, no debe ser cargado con toda la responsabilidad de las vicisitudes económicas por las que atraviesa el pais o Chanada es, sobre todo, un pais con una gran actividad comercial, cuyas exportaciones alcanzan el 24% del producto nacional bruto. No debemos esperar que Canadá pueda aislarse de las condiciones económicas adversas que se producen en otros países, sobre todo, teniendo en cuenta que el resto del mundo atraviesa las mismas circunstancias. Por otra parte, Canadá sigue siendo uno de los países con una de las económIks más sa-^ ñas en el mundo.
Su actuación económica es sólo ligeramente inferior a la de los Estados Unidos, y, realmente, aún no ha atravesado el grado de recesión que estos experimentaron durante los años 1974 y 1975.
La mayor parte de los problemas económi» eos de Canadá, han sido originados por factores de orden internacional fuera de nuestro control, como por ejemplo, malas cosechas en ciertos cultivos y la subidadel precio mundial del petróleo, que ha sido cuadruplicado. Este es un factor de considerable importancia. Los altos precios que ha alcanzado en el mercado mundial, nos hiere profundamente. teniendo que añadir billones de dólares a la ya deficitaria balanza de pagos»
El sector manufacturero no puede competir en el mercado mundial, debido a los altos costes y baja productividad^ El coste de la unidad laboral canadiense ha aumentado por encima del 13%,
Otro lastre económico lo representan las huelgas que, realmente, deterioran la eco=^ nomíao
. El dólar canadiense tiene un valor de 89 o 90 centavos USA, debido a falta de inversión ya la escalación del débito en el extranjero. Billones en otros paijses. Además, esos bülones de dólares no se reinvierten en Canadá, sino que van a otros mercados más favorables. Como coasecueneia, ía económ fe
canadiense se encuentra en una s ituación de escasez de inversiones extrémjeras.
Muchas medidas pueden tomarse para remediar la situacióno Algunas de ellas las cito a continuación.
Decrecimiento de los impuestos provinciales sobre las ventas; rebajar los préstamos de los que los gobiernos, tanto provinciales como el federal, se han hecho deudoresj con lo que se libera capital que tenderla a ir al
sector privado; una mayor inversiónyexpan-sión por parte de las industrias y empresas ^ revisar el seguro de desempleo^ de manera que no sea tan atractiva la situación depara-^ dos.
Pero la mayor parte de los economistas creen que, lo realmente neces^io, es una reestructuración de la economía a largopla-zo. Industrias que resultan anti-económicas deben decrecer, liberando mano de obra y capital a oíros sectores más pii-oductivos. Y, sobre todo, y este es uno de los problemas más graves, la baja productividad, cosa que puede considerarse como un mal general en la economía canadiense.
No olvidemos, sin embargo,esamonstruo-sa maquinaria llamada burocriacia, que se traga fabulosas sum as de dólares, s in productividad alguna, cuando gran parte^ de ese,dinero debería ir a parar al sector' inversor y productivo. Esto parecer ser un mal general de nuestros gobiernos, tanto federal como provincial. Si estos no alimentarán la burocracia de la forma en que lo ha<:e/n, sino se crearan tantas **comisiones de estudio" para tal proyecto o tal otro, si no se prearan tantos organism os s in objeto, ni fundam ento, el país dispondría de grandes svwasdedóla-res que podrían, emplearse en sectores más productivos, con gran beneficio par a la econo-
mía.
El seguro de desempleoy asistencua social, deben ser revisados para evitar que Canadá esté alimentando unos programas, sin tener los ingresos necesarios para sostenerlos. Hay que compartir la responsabilidad sociaj yeco-nómica para poder alcanzar; un grado de ere-» cimiento sin inflación.
Sin embargo, la responsabilidad delestado actual de la economía no pertenece por ¿nte-ro al • gobierno, sino a la actitud general del pueblo canadiense. El mejor remedio al problem a es cooperación. Una cooperación por parte de todos los sectores de la población, el público, los empresarios, los trabajado^-res, los líderes laborales, los partidos po-liticos y los gobiernos. Hay que trabajar más e incrementar la productividad. Hay que invertir y consum ir más y ahorrar menos. Al m is° mo tiempo hay que acudir menos a la financiación para no crear una situación económ i-ca ficticia. Con esto, nos encontraríamos con un mercado más competitivo, menos desempleo y una inflación más baja. Pero ningái gobierno puede hacer esto por si mismo, necesita cooperación de todoslossjectoresde la economía.
Las exageradas demandas laborales en cuanto a subida de salarios, contribuye en grado sumo a empeorar la situación. Todos queremos ganar más y tener más comodidades, pero sólo se puede alcanzar ponien-= do mayor esfuerzo en el trabajo. Debemos tener en cuenta que hay un limite en la forma en que los salarios pueden subir. Si no se hace así, los resultados son bien palpables: desempleo, inflación y una situación económica inestable»
Y, como ya he dicho antes, ningún gobierno puede hacer todo por sí ípisnUj Necesita cooperación. Y ésta, está en nuestras manos. Es necesario el despertar de una conciencia ciudadana que está, en general, dormida. La complejidad del mundo actual, de nuestra sociedad, así lo exige. Los tiempo^ en que los gobiernos lo podían hacer todo, han pasado a la historia, pertenecen al pasado. El presente y la aspiración a tener un futuro mejor nos pide ésto: Cooperación de iodos los sectores de la económ lac Cooperación de todos los canadi^nseSo
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El Popular, Viernes 13 de Enen
En Iq Próximo Visita a
OTTAW A.- Los organiza- ¡ dores del viaje del Vicepi^e- \ sidente de USA la próxima j semana al Canadá están -preoci^ados por una posible , repetición del problema de ■ traducción que casi arruinara el arribo del Presidente <fímmy Cárter a Polonia a fines de Diciembre.
**Es el problema polaco", dijo un vocero déla Embajada de USA en esta ciudad, _ al explicar el deseo del Sr. sWalter Móndale de traer su propio intérprete para traducir cualquier pregunta en francés que pudiera surgir en una conferencia de prensa planeada para el próximo martes.
Cuando el Sr. Cárter arribó a Polonia, un intérprete estadounidense ^ contratado para traducir al polaco los discursos ceremoniales en el aeropuerto^dejó entre los polacos la impresión de que el Presidente babia pronunciado frases vulgares e insultantes. "Deseo camalmente
Ob Evíé
ST CATHARINES.-El juicio del dueño de un sex shop por cargos de poseer material obceno se disolvió en risas cuando el fiscal introdujo evidencias tal como "Lov Shov Soap" y un par de artefactos masturbatorios eléctricos.
El segundo día de observar -a policías testificando acerca de penes de goma y vaginas de goma ^incluyendo itiodelos húmedos, secos, y enchufa-bles- fue demasiado para el jurado compuesto por seis hombres y seis mujeres. A
Lo mejor en a
Carnicería al por Frutas, Verduras?. Fiambreria i
Butiffarra, queso; chorizDS comunes especiales, morcí y saladas, y todo j parrillada.
Corderos frescos
TENEMOS Pt
Naranjílllos, mote, panarína,
malta, yerba argentino y uru
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