Liberal atnte las trataíivas para el libre comercio con ^los Estados Unidos : " se oponen; están a favor, pero no confian en el gobierno (Conservador) para representarnos; les gustan los acuerdos comerciales de industria por" industria; -no les gustan; ven con alarma (al libre comercio) cuando se encuentran en Ontario; lo ven con menos alarma cuando se hallan en el Oeste del país; están dispuestos a estudiar el tema; quieren que el tema sea abandonado por completo".
Con tal zigzageo, no sorprende que uno de los primeros comentarios regocijados del líder Liberal John Turner al conocerse el Discurso desde el
Trono de la presente sesión deJ Parlamento haya sido que el texto no. contenía mención alguna del libre comercio.
Porqué debería haberla, cuando las negociaciones ya se han iniciado y muy probablemente se ex-tiendan por un aüo o más, no resulta claro. El regocijo de Turner podría haber tenido que ver más con^ su esperanza de que no tendrá que seguir luchando contra una idea que, por inclinación propia, él respaldaría confortablemente.
Para el gobierno Conservador del Primer Ministro Brian Mulroney, el eventual libre comercio con el vecino Sureño es la única panacea que podrá resolver de manera amplia el problema de la falta de trabajo. Aunque Ka habido un descenso de la tasa d^ desempleo durante los últimos 12 meses, el mismo fue de apenas menos «del I %, dejando virtualmentje igual al total de Canadienses desem-picados y semi-empleados : 1.5 millón de hombres y mujeres.
Los lories prefieren hablar de sus logros en la creación de nuevos puestos de trabajo en términos generales, pero el detalle de las estadísticas muestra que si bien ha habido creación de empleos, los mismos no han sido comparables a los que fueron
;ániciuilád0s,-pOF:-la Téeesip
ios- ^ empleos-
durante el gobierno; de M ulroney han sido en- el área de. servicios,■.típicamente - de- baja paga-, y. sin mayor futuro, para no mencionar a su carácter rutinario. Otro rubro en crecimiento fue el de los empleos a tiempo parcial, que comparten generalmente con los primeros las características de salarios bajos y falta de oportunidades de progreso.
Típicamente, los empleos en servicios han sido' cubiertos por mujeres, mientras que los puestos .;'párt-time':.',teron;'■ íojiiadós ."por::-los^^
.; jóvenes.''-'^^ . ••■'^ '■'
.^;Ijt>'-;;qú© • 2iá-■ es¿asea«áQ,;:y . sigue-:'.@s¿áse^n£lo,vsoo oportunidades laborales para los hombres adultos que aspiran a retornar al nivel de ingresos que
- tenían:';en,:empieó.s:Upd qué/: desaparecieron; ;■
con la recesión. Pero aquellos sólidos puestos de trabajo (en industrias como la del acero, la automotriz, minera y maderera) no volverán porque
:su eliminación■ respondió, a: cambios-estructurales..-.
El uso intensivo de la mano de obra industrial de Occidente no resulta lógico cuando las empresas pueden logran que las mismas tareas sean realizadas en :.eLTercer^íyluiidp. a una:;fra¿eióa-del :costci;. Y .-ia' competencia entre las propias naciones industrializadas para reducir sus costos de producción ha conducido a la intensiva computarizacit)n y robotización de* la industria.
Claramente, ese proceso es irreversible y sería ilógico pretender lo contrario. Sin embargo, esa dura realidad no ha sido revelada todavía aa los Canadienses por sus dos partidos políticos tradicionales, y ciertamente el NDP no desea tomar ■al -toro por las astas .y luego - tener .que - pagar • las consecuencias en las urnas.
Las-Kabitualei-laníé^ de la:izquierda-.MarKisía^■ :"'-4-o'^'-':'5
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Leninista han perdido, asimismo, toda credibilidad desde queel propio MikhailGorbachev admitió que la economía Soviética está desquiciada (esto luego de casi 70 años de control monopólico del poder por ia élite Comunista, aplicando la planificación centralizada: de la economía), Fidel Castro señaló que hay problemas de desempleo en Santiago de Cuba, y los Comunistas Chinos cancelaron definitivamente a partir de éste mes su política de empleos de por vida, conocida popularmente como: d "cuenco de hierro
La realidad es que el avance de las tecnologías empleadas en la producción, . así como una reorganización de la estructura productiva mundial, han conducido a una reducción de facto de ia vida laboral humana, tanto en términos de años potenciales de trabajo como de horarios semanales, de labor y monto de días trabajados cada año.
El problema ha dejado de ser cómo crear más empleos, para convertirse en uno de cómo volver más justa y equitativa a la nueva era de menos trabajo en general inaugurada con la recesión. '
Aún se sigue confiando en milagros, como en el caso del libre ' comercio, para resolver los problemas, pero el hecho es que incluso al Sur de la frontera no se ha llegado ai pleno empleo. Malamente podría lográrselo, entonces, aquí con un futuro acuerdo.
Hace falta compartir los empleos disponibles y aquellos que vayan creándose, a la vez .que se asegura una paga digna para todos los trabajadores, así como la suficiente flexibilidad para permitir la acumulación de pagos para las jubilaciones.
Pero hasta ahora los partidos han preferido 'seguir haciendo la misma vieja política con minúsculas, cuando la situación claramente requiere que demuestren la capacidad de marcar • un nuevo rumbo para el país.
MÉXICO Los insurgentes derechistas que enfrentan al gobierno de Nicaragua parecen haber olvidado sus vaticinios iniciales de una victoria militar aplastante a pesar dé los 100 millones de dólares adicionales que aportan los Estados Unidos al financiamiento de su guerra.
)EÍ paquete de asistencia de Washington logró superar ^;ef ultimo, obstáculo, o vericueto de procedimiento, icuando el senado norteamericano lo aprobó el 16 de este mes mediante una votación nominal en la Cámara alta.
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tóegq'dé reiterarse. dMarante/meses: l2i§> la administración Reagan en el sentido que lo que estaba en juego era ta seguridad nacional de los Estados Unidos.
Pocos expertos militares de los que actúan en América Central creen que la nueva partida cedida por Washington permita' a los rebeldes, conocidos como "Contras" o contrarrevolucionarios, propinar un golpe decisivo al poderoso Ejército Popular Sandinista (EPS), el más poderoso de la región.
.: Aunque la -nueva ayuda estadounidense alienta la con- -. fianza de los Contras, sus -dirigentes han manifestado una--evidente cautela de efectuar un vaticinio sobre los objetivos que podrán alcanzar con esos fondos. "Dentro del próximo año, comenzaremos a ver fracturas en la estructura (del gobierno) sandinista", dijo el líder guerrillero Alfonso Róbelo.
. -Ese pronunciamiento, no :se compadece con el. lenguaje., que utilizaban ios contras cuando lanzaron su primera gran ofensiva, en febrero y marzo de 1983, en una fuerza de unos 2.000 hombres que se infiltró en pequeños
; grupos .a,'territorios Jlicaraguen a:.través, de la ¡fronterav.: con Honduras. •
"Estamos a la vanguardia de la insurrección general.,.dentro ..de ^60 ■días, .estaremos disfrutando, en-; teritorio libre", afirmaban entonces los líderes del Frente Democrático Nicaragüense (FON) .en emisiones. radiales en las que instaban a la población a levantarse contra el gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) instalado en Managua.
Pero los atacantes fueron empujados nuevamente hasta la frontera, los nicaragüenses no se sumaron al alzamiento y los Contras optaron por limitar progresivamente sus objetivos bélicos mientras, simultáneamente, reclutaban nuevos efectivos y reclamaban mayor asistencia a Washington.
-.■ / Desdecía primavera de 1983, las declaraeiones..públicas.• de los rebeldes sobre sus objetivos bélicos incluyeron desde la realización de una guerra de desgaste económico para poner de rodillas a los sandinistas a la ocupación. de una zona de territorio nicaragüense, donde proclamar la instalación de un gobierno provisional.
La administración Reagan, según la opinión de diversos diplomáticos, jamás ha aclarado si espera que los rebeldes puedan expulsar a los sandinistas o simplemente .impulsarlos - a' 'concurrir a una mesa de negociaciones.-^ .
Luego de ser aprobada en junio por la Cámara de representantes el pedido cié Reagan de 100 millones, el Subsecretario de Estado para la Defensa, Fred Ikle, admitió que hasta entonces no se había preparado un plan de batalla para los rebeldes.
Los Contras no alcanzaron hasta hoy ninguno de sus ■ ;d©clar:ádós' ot>i^^^^ §m§. más.'-serios-., iüstmtos .de.
copar y atrincherarse en una ciudad, fracasó en agosto del año pasado cuando los sandinistas utilizaron por primera vez los helicópteros Ml-24 que les fueron entregados por la Unión Soviética. i
El formidable poder de fuego de. ios Ml-24, considerados GonfkD los mejores helicópteros artillados del mundo^ causó fuertes bajas en el contingente Contra que intentó ocupar Esteli, una capital provincial. Los in-cursores huyeron en todas direcciones. .
Los sandinistas creen ahora que Washington instruirá a los Contras para que los sometan a un constante hostigamiento con el propósito de llevar a Niacaragua a un conflicto similar a las dilatadas guerras que libran grupos izquierdistas en Guatemala y El Salvador.
*'Los Contras ya no son vistos como un instrumento para el derrocamiento del gobierno", según la opinión que manifestó el subjefe del estado mayor del.ejército; Javier Garrión. "Por el contrario, ellos encajan en los planes (estadounidenses) de una guerra de baja intensidad".
Mientras subsisten las dudas sobre las perspectivas de una victoria militar de los rebeldes, los diplomátidós destacados en la región coinciden en señalar que la extensión del conñicto bélico derivará inevitablemente en un mayor número de bajas entre la población civil no combatiente.
Ni los sandinistas ni los contras han brindado informes estadísticos precisos sobre las muchas personas qyje perecieron por explosiones de minas o al ser sorprendida^ por el fuego cruzado durante una emboscada, entre los que se contaron muchos europeos que trabajan voluntariamente en proyectos de desarrollo de los sandinistas.
El 19 de julio, al cumplirse el séptimo aniversario dé la Revolución Popular que llevó a los sandinistas al poder, el Presidente Nicaragüense Daniel Ortega reveló qule desde los comienzos del conflicto habían muerto 14.893 personas.
El alto número de bajas civiles y las generalizadas con-^ secuencias económicas que derivan en mayores padecimientos para los nicaragüenses de todo signo político, se suman para plantear un signo de interrogación a la afirmación que. hizo el gobierno de Washington en marzo de 1985. cuándo en un documento referido a la región se señaló que "la ayuda estadounidense está dirigida a mejorar la calidad de vida para los pueblos de América Central".
Algunos comentaristas opinan que el creciente apoyo financiero a los Contras no hará otra cosa que transformar a la guerra de Nicaragua en un conflicto cuyas características resultarán semejantes a las de El Salvador, donde la ayuda de Washington al gobierno alcanza fe-tualmesute l J miSlosTies de dólares por día.