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Miércoles' 4 de Noviembre-d£.-!9S.!:
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A vece», el conflicto entre lá fe y 1® ciencia se vuelve inevitable. Serge Larivee» un psicólogo de Montrea I, que también es director de la Rcviie Canadicnrie de Psycho-Pedagogie, ha iñtc^<;lo uno dejlos más agudos con su afirmación de que la énseftanza del Catecismo obstaculiza el desarrollo in^ telectual de Ibs niflos. ■
Esta opinión del especialista se basí^ en losi resultados obtenidos por alrededor de 1OÓ estudios realizados en el curso de los últimos aftos. Guriosamcnte, la p^^^ el docente déla Universidad de Mpn^ treal se hálimijtado al aspecto rcligíofio del fenómeno^ que denuncia cuando, en verdad,^ las implicaciones son niücho más
comprender tal tipo de ideas,* particularmente porque va en contra del razonamieiito lógico que se emplea ^li otras áreas de la enseñanza. La fe religiosa es, por lo tanto, un tema para los adultos y no para los niños, sugiere el especialista.
Lo mismo puede decirse con respecto a toda otra perspectiva dogmática.
Afirmar que un sistema político es mejor o peor que otro, por ejemplo, es una conciusiófi a la que sólo puede i legarse con una mente adulta, capaz de evaluar los aspectos positivos y negativos de cada una de las opciones que se consideran. Es una prerrogativa
de los
ias.;"\,
**La inteligenclia se desarrolla cuando
naciones opción de
existen 'probl em ás *qüe'deben 'resol verse Su solución no resulta evidente y ello requiere de un cierto esfuerzo (mental).
(Pero, la adherencia a) Una verdad incuestionable^ tal como un jiupóne (la existencia de) una preconcebida, indfscütible.
"Ello obstaculiza al u$o de ía inteligencia y su desarrollo se retarda", explica ci Sr. Lanvee, cuyo análisis será pübVicado él mes próximo en la revista de las ciencias de la Educación de su Universidad.
El núcleo de la crítica (jxic plantea va, «entonces, contra todo tipo de dogmas y puede aplicársela otras áreas de la actividad humana, tales como la política, tcpnomía y ciencias sociales En ellas las visiones dogmáticas también con^ tribuyen a atontar el espíritu indagador con supuestas verdades absolutas, para deleite de los tiranos en potencia.
Pero las contradicciones entre tos dictados de| sentido común y el dogma reinante ic vuelven más evidentes en el
caso de la enseflánza del Catecismo a los pequeños. '-¿Há tratado usted alguna vez de entrar en una relación vital y .persoiial, dé maiiéra lío abstracta, con tres pérsonai invisibles que conformáis una sola?", pregunta Larivee con referencia a la'doctrina de li Trinidad.
.^Si se dé@ea que los mñm cuenten con una guia moral en m vida, no se requiere del uso dé dogmas religiosos^ políticos o de otro tipo en su educación. Lo que hay que enseñarles es a valorar y respetar a ios seres humanos y toda otra forma de vida, sin discriminaciones de ningún tipo. Ni reverencias obsecuentes a
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democráticas y ellos tienen ejercerla si mí lo desean.
Donde la teoría de 1 a de un sistema político es los niños desde todas educatiyás y de información, se los priva del derecho a pensar por sí mismos, reduciéndolos a la categoría de animales que reaccionan en base a El razonam iento de las parece ser que cuántas más veces se .les repitan las "mdudables" ventajas del sistema en que viven, mayores serán las probabilidades de que las acepten como verdades absolutas. Lo que a su vez tiene el conveniente corolario de reducir, por lo menos en teoría, la cantidad de los qué difieren con rcsplecto a la ideología oficial, No importa que tales gobiernos se autocalifiquen de humanistas, la realidad es que son dictaduras que privan a sus futuros ciudadana de la opinión.
Por DANIEL.
MANAGUA, Oct. economía capitalista y un gobierno por marxistas cocaistieron por más de dos años en la revolucionaria Nicaragua ^ Esa luna de miel, nacida en la euforia de la victoria tras la caída del dictator Anastasio Somoza, se ha deteriorado gradualmente hasta convertía se en una serie de mutuas recriminaciones, desconfianza y simple hostilidad.
Los empresarios y los dirigentes políticos no marxistas jugaron un papel importante en la rebelión que derrocó a Somoza él 19 de julio de 1979, pero las tropas rebeldes fueron comandadas por los marpistas (jue forman ahora el todopoderoso Directorio Nacional del Frente Sandinísta de Liberación Nacional '
Nadie puede desplazar del poder político en Nicaragua a los sandii^istas, según represemantes de la comunidad privada Pero éstos creen que al ejercer presiones y organizar la opinión pública pueden detener lo que ven como wna constante derivacióira hacia un sistema socialista total
"Están apretando las tuercas lentamente", dijo en una entrevista Alfonso Róbelo, dirigente del opositor Movimiento D>€mocráíico de Nicaragua. 'Tero es muy difícil predecir el futuro Tenemos una revolución sin un líder Eso es antihistórico. En Latinoamérica usualmente surgiría un líder, pero aquí no"
Los empresarios se quejan de un ambiente hostil hacia las inversiones, de la escasez de divisas, de las confiscaciones de las fábricas cuyos propietarios son acusados de "descapií^rización", del intento de promover la educación mar^ista en las escuelas públicas, del alto, gasto militar y de las repetidas clausuras de La Prensa, el único diario de oposición.
Los dirigentes Sandinistas, por otra parte, aeuskah periódicamente al sector privado de codicia, manipuleos en el mercado negro, contabilidad fraudulenta, evasión de impuestos y de negarse a apoyar la revolución al no invertir en nueva maquinaria. ^
"Lo que quieren es el botín'*, dijo éí comandante de las Fuerzas Armadas, Huin-herto Ortega, en un discurso el 25 de agosto ante miembros del ejército. En el mismo discurso. Ortega advirtió contra *iá
la pobreza" — la una riqueza no existente.
socialización de
mpresa Privada
"Aunque tenemos trabajadores que son revolucionarios puros, el Id no significa que pueden operar una máquina |BM"1 mai>ifestó.
Añadió que aunque necesita de la in° versión privada, el gobierno fijaría sus condiciones.
A pesar de sus fricciones con el liderazgo Sandinísta, el sector privado es aún muy importante en la economía de Nicaragua.
WiUiam Baez, un economista que dirige la Fundación del Desarrollo Cooperativo -r- un grupo que incluye negocios de toda dimensión — estima que un 60 por ciento del Producto Nacional Bruto de Nicaragua es de propiedad privada, lo que vale decir un 80 por ciento de lá agricultura y un 70'por ciento dé la manufactura.
"El problema está en que*el estado posef o controla los mecanismos que permiten ifabajar al sect()r privad(>; la banca, ei trarisporte, los seguros y el intercambio de divisas", expresó Baez "Si usted hace negocios y no puede lograr un crédito, va muerto".
Manifeaíó que espera que los sandinistas, presionados por el descontento populíar con la deteriorada economía, "se moverán hacia él centro, en lugar de hacia la izc^üierda".
Según Baez y otros empresarios privados, |a asistencia de Estados Unidos al sector privado de Nicaragua fK>drían ayudar,le a mantenerse con vida,
"Si Estados Unidos se retira, matará a ios moderados", dijo Baez."Estados Unidos debe tener mucha imaginación y mucha fbalma".;:
El dirigente laborar sandinísta Dennis Meléndez manifesíó que "hay lugar para todos en la rievolución", incluso el sector - .privado. V : z[' ?'y-.'^-'^'
"Lo que no se aceptaría es que alguieíi pretendiera tomar un segmento del poder", añadió
Meléndez dirige la oficijia en Managua de la Central Sandinísta de Trabajadores, la mayor agrupación sirídical del país.
Señaló que su agrupacipn trabaja por lograr una organización laboral sandinísta a nivel nacional Ahora existen dos entes
íabciraícs «Jorapétidorcé y no sandinistas'!'^
Además de esos dos grupos sindicales,''las entidades no gubernamentales dejan escuchar su Voz mediante^ el diario La Prensa, ocho emisoras radiales privadas y las asociaciones profesionales y
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MONTEVIDEO, (UW) El
diálogo entre el poder militar y los politicón; abierto con sendas manifestaciones de optimismo^ en julio, parece estar tropezando con dificultades cuya dimensión y gravedad son aún difíciles de establecer.
Por lo pronto, los partidos no estarán fun^ cionando a plenitud en 1982, como inicialmente habían manifestado altos jefes militares, sino en 1983, dos años antes de la entrega del poder a los civiles, según anunció el comandante de k Armada, vicealmirante Rodolfo fnvidto.
El diálogo, pivote de todo ei proceso, debía centralizarse en un organismo mixto, civil-militar, integrado én principio por tres delegados militares, seis del Partido Blanco y seis del Colorado, los dos grupos políticos mayoritarios del Uruguay, de tendencia centrista.
La representación política, según ese esbozo inicial, debía dividirse projjor-cionalmente entre partidarios y adversai'ios del gobierno, o sea entre los que propiciaron el voto por el "si" y los que lo hicieron por el "no" en el plebiscito constitucional de noviembre del año pasado, que resultó contrario al gobierno.
Pero eso no ha ocurrido aún, dando lugar a diversas conjeturas, entre ellas la del presunto resurgimiento de corrientes militares que no ven con simpatía la apertura polítiGa
Según fuentes partidarias, una de las causas del endurecimiento militar, serían los contactos que sostuvo la Comisión de Asuntos Políticos de las Fuerzas Armadas —ala liberal del sector castrense-^ con el proscrito Iex senador blanco Carlos Julio Pereira, el más importante líder de' la oposición qué vive en el país
Pereirá fwe candidato a vacepreeidente-¿n .
encabezada Ferreira Aldunate, la más votada en comicios de 1971, los últimos realizados
El ex senador viajó recientemente a Brasil para entrevistarse con Ferreira Aldunate, lo que habría sido la gota de agua que colmó el vaso de' l a toleranci a m i litar. ' ^
Fue^ precisamente en esos días que el gobierno dispuso la clausura por cuatro ediciones del semanario Democracia, que sigue a Ferreira. i
En aparente alusión a Pereira y Aldunate, el comandante de la División II de Ejercito, general Julio C^ Bonelli, dijo.hace poco que las Fuerzas Armadas no pactarán "con los malos hijos de esta patria, que desde^ el extranjero, o en el país ante extranjeros, pretenden desprestigiar, caluibniar y tergiversar" la conducta castrense. ; ,
exsenador conversó por lo menos en dos ocasiones con el brigadier general Jorge Borad, miembro de la Comisión de Asür^tos Políticos de las Fuerzas Armadas.
El jefe militar fue señalado en reiteradas oportunidades como uno de los mas comprometidos con el proceso de liberal ización Borad fue sustituido en la Comisión por otro oficial de su fuerza, siendo explicado el cambio "por razones funcionales".
El ministro del Interiof, general Yamandu Trinidad, otro de los puntales de la apertui^a, dijo esta semana que el estancamiento del diálogo es fruto de los desacuerdos existentes entre las distintas fracciones partidarias para elegir a sus delegados ante el organismo mixto.
Sin embargó, esa afirmación — rápidamente negada por los políticos, qué han insinuado públicamente la existencia de desjntelifencías internas en las Fuerzas ^r-